Friday, June 04, 2010

Prevenir Infartos


Aunque muchas de las personas que padecen un Infarto Isquémico sufren antes algún síntoma de alarma previo, a menudo, no surgen señales evidentes. Especialmente en estos casos, los ultrasonidos ayudan a identificar los estrechamientos en la arteria carótida que subyacen tras un ataque isquémico transitorio (un déficit temporal por la presencia de un coágulo) o un infarto cerebral.
Se puede detectara presencia de signos de embolia o estenosis arterial en un ecodoppler carotideo. Cuando se detecta esta reducción del lumen de la arteria, este hecho incrementa sustancialmente el riesgo de padecer un infarto cerebral, lo más habitual es que los especialistas operen al paciente para revertirla (endarterectomía carotidea). Si la estenosis sintomática es mayor del 50% o el 70%, la cirugía reduce la probabilidad de sufrir el accidente cerebrovascular en un 75%.
Pero sólo un 15% de los ictus va precedido de un ataque isquémico transitorio y, por tanto, esperar a que la estenosis se haga sintomática supone un fallo en la prevención de la mayor parte de los infartos cerebrales provocados por estrechamientos en la carótida ya que los enfermos que no presentan síntomas
¿qué sucede con estas personas que no desarrollan síntomas evidentes? Según explican los autores del trabajo, financiado por la Fundación Británica del Corazón, la ecografía transcraneal aporta suficiente información sobre la presencia de estenosis asintomática como para decidir si se recurre a la cirugía.
Los datos obtenidos en esta población 'silenciosa' indican que la intervención quirúrgica sólo compensa si la probabilidad de infarto cerebral es muy alta, algo que suele suceder en contadas ocasiones. Estos estrechamientos asintomáticos suelen ser más benignos -un 2% de peligro- que los que sí ofrecen señales de alarma.
El riesgo absoluto de sufrir un ictus ipsilateral o un accidente isquémico transitorio fue del 7,13% en pacientes con síntomas de embolia y de un 3,04% en los asintomáticos, sostiene el ensayo multicéntrico de ecodoppler transcraneal. La detección de las señales embólicas con los ultrasonidos intracraneales se puede emplear para identificar el grupo en una mayor riesgo y que se benefician de una operación.

PIERNAS INQUIETAS


El síndrome de piernas inquietas requiere presentar como molestias la necesidad de mover las piernas con o sin molestias sensitivas, los síntomas empeoran con el reposo, el movimiento de las piernas alivia las molestias previas, y empeoran en la tarde y en la noche
Existe una mayor prevalencia familiar, y es frecuente que presente fuertes movimientos periódicos de las piernas durante el sueño.
El examen físico general y neurológico es normal.
Su manejo parte con retirar el uso de cafeína, alcohol y nicotina, suspender medicamentos que empeoran o gatillan el cuadro como son los neurolépticos, los antihistamínicos, los antidepresivos serotoninergicos y tricíclicos. Y se debe suplementar el uso de fierro y magnesio, si la respuesta no es suficiente debe ser tratado por un neurólogo quien tiene una serie de fármacos que alivian la enfermedad en forma satisfactoria.